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domingo, 10 de junio de 2012

"La represión"; Freud (resumen)

La regresión
    El sueño es un acto psíquico de pleno derecho, su fuerza impulsora es un deseo por cumplir.
Un pensamiento, por lo común el pensamiento deseado, es objetivado en el sueño, es figurado como escena o, según creemos, es vivenciado.
    El contenido de representaciones no se piensa, sino que se muda en imágenes sensibles a las que se da crédito y se cree vivenciar.
    Dejar por completo de lado que el aparato anímico de que aquí se trata nos es conocido también como preparado anatómico y no caer en la tentación de determinar esa localidad psíquica como si fuera anatómica.
    Imaginamos entonces el aparato psíquico como un instrumento compuesto a cuyos elementos llamaremos instancias o sistemas. Hay establecida una secuencia fija entre ellos, que a raíz de ciertos procesos psíquicos los sistemas sean recorridos por la excitación dentro de una determinada serie temporal.
    Toda nuestra actividad psíquica parte de estímulos y termina en inervaciones. Por eso asignamos al aparato un extremo sensorial y un extremo motor. En el extremo sensorial se encuentra un sistema que recibe las percepciones, y en el extremo motor, otro que abre las esclusas de la motilidad.
    De las percepciones que llegan a nosotros queda una huella que podemos llamar “huella mnémica”. Suponemos que un sistema del aparato recibe los estímulos perceptivos, pero nada conserva de ellos y que tras el hay un segundo sistema que traspone la excitación momentánea del primero a huellas permanentes.
    De las percepciones conservamos algo más que su contenido. Nuestras percepciones se revelan también enlazadas entre si. Llamamos asociación a este hecho.
Nuestros recuerdos son en sí, inconcientes. Es posible hacerlos concientes, pero no cabe duda de que en estado inconciente despliegan todos sus efectos.
    Nos resultaba imposible explicar la formación del sueño si no osábamos suponer la existencia de dos instancias psíquicas, una de las cuales sometía la actividad de la otra a una crítica cuya consecuencia era la exclusión de su devenir-conciente.
    La instancia criticadora mantiene con la conciencia relaciones más estrechas que la criticada. Se sitúa entre esta última y la conciencia como una pantalla. La instancia criticadora es la que guía nuestra vida de vigilia y decide sobre nuestro obrar conciente, voluntario. El sistema criticador se situara en el extremo motor. El sistema inconciente es el punto de partida para la formación del sueño.
    Durante el día la censura de la resistencia les ataja a los pensamientos oníricos este camino que lleva a la conciencia pasando por el preconciente.
    Lo que ocurre en el sueño alucinatorio es que la excitación toma un camino de reflujo. En lugar de propagarse hacia el extremo motor del aparato, lo hace hacia el extremo sensorial, y por ultimo alcanza el sistema de las percepciones. El sueño tiene carácter regrediente.
    A raíz del trabajo del sueño todas las relaciones lógicas entre los pensamientos oníricos se pierden o solo hallan expresión trabajosa. Esas relaciones entre pensamientos no están contenidas en los primeros sistemas Mn, sino en otros, y por eso en la regresión tienen que quedar despojados de todo medio de expresarse, excepto el de las imágenes perceptivas.
    La mudanza de pensamientos en imágenes visuales es consecuencia de la atracción que sobre el pensamiento desconectado de la conciencia y que lucha por expresarse ejerce el recuerdo, figurado visualmente, que pugna por ser reanimado.
    El carácter regrediente consiste en trasvasar su contenido de representaciones a imágenes sensoriales y es un efecto de la resistencia que se opone a la penetración del pensamiento en la conciencia. Así como de la simultánea atracción que sobre él ejercen recuerdos que subsisten con vivacidad sensoria. El “miramiento por la figurabilidad” podría ser referido a la atracción selectiva de las escenas visualmente recordadas y con las cuales los pensamientos oníricos entran en contacto.
Tres modos de regresión:
• Una regresión tópica, en el sentido del esquema aquí desarrollado de los sistemas.
• Una regresión temporal en la medida en que se trata de una retrogresión a formaciones psíquicas más antiguas.
• Una regresión formal, cuando modos de expresión y de figuración primitivos sustituyen a los habituales.
    Pero en el fondo estos tres tipos de regresión son uno solo.

3 comentarios:

  1. Gracias por el resumen, esta bueno.
    faltaria completar que Freud llama represion primaria a la primer parte del proceso.
    y represion secundaria al segundo, siendo AMBOS parte del mismo proceso. Que la mociones involucradas en la represion son siempre inconcientes, inhibibles, que provienen de lo infantil, y se encuentran tambien aquellas cuyo cumplimiento ha entrado en un relacion de contradiccion con la representacion- meta del proceso secundario

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  2. Respuestas
    1. Un ejemplo:
      Una mujer que decia que soñaba que estaba empapada, y que despues hablaba con el papa. Despues de platicar su sueño, ella siempr eempesaba a hablar de su padre. Tras varias sesiones, ella misma se dio cuenta que si en su sueño ella estaba empapada, no era empapada de agua, si no empapada, llena de papa, osea, ella deseaba llenarse de su padre completamente, despues supero esto y pudo decir, si, lo deseaba, pero ya no mas, rompiendo su edipo.

      Otro:
      Un joven que soñaba que mataba a su padre, lo soñaba en repetidas ocaciones, el mismo decia "no crea que quiero matar a mi padre" obviamente no era asi, en realidad el queria sustituir a su padre inconscientemente para quedarse con su madre, igualmente en este caso supera su edipo y logra restarle importancia a ese deseo pasado.

      Estos casos son resumenes cortisimos de terapias de meses o años, por que la gente es incapaz de decir lo que reprime, lo sabe pero no lo verbaliza por que no quiere saberlo

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