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lunes, 10 de junio de 2013

“Estructuras elementales del parentesco”; Levi Strauss. (resumen)


¿Dónde termina la naturaleza? y ¿dónde empieza la cultura? En todas partes donde se presente la regla sabemos con certeza que estamos en el estadio de la cultura. Lo constante en todos los hombres escapa necesariamente al dominio de las costumbres, de las técnicas y de las instituciones por las que sus grupos se distinguen y oponen. Todo lo universal en el hombre corresponde al orden del a naturaleza y se caracteriza por la espontaneidad, mientras que todo lo que está sujeto a una norma pertenece a la cultura y presenta los atributos de lo relativo y de lo particular.
La prohibición del incesto presenta los dos caracteres en los que reconocimos los atributos contradictorios de dos órdenes excluyentes: constituye una regla, pero la única regla social que posee, a la vez, un carácter de universalidad.
La regla del incesto al mismo tiempo que social es presocial en dos sentidos: por su universalidad y por tipo de reglas que impone. Expresa el grado máximo de naturaleza del hombre y atestigua la supervivencia de los instintos.
Tres tipos de Explicaciones de la prohibición del incesto:
I.  Doble carácter de la prohibición: Para Morgan el origen del incesto es natural y social al mismo tiempo, pero en el sentido de ser el resultado de una reflexión social sobre un fenómeno natural. Sería una medida de proteger a la especie de los resultados nefastos de los matrimonios consanguíneos.
  Para Westermarck y Haveloock Ellis su explicación tiende a eliminar uno de los términos de la antinomia entre los caracteres, natural y social, de la institución. La prohibición del incesto no es más que la proyección o el reflejo, sobre el plano social, de sentimientos o tendencias para cuya explicaciones solo es necesario considerar la naturaleza del hombre, (horror al incesto) La repugnancia frente al incesto se explica por la influencia negativa de las costumbres cotidianas sobre la excitabilidad erótica.
  En este grupo (Durkheim, Mc lennan, Spencer) se ve en prohibición del incesto una regla de origen puramente social cuya expresión en términos biológicos es un rasgo accidental y secundario.

En conclusión, la prohibición del incesto no tiene origen puramente cultural, ni puramente natural, y tampoco es un compuesto de elementos tomados en parte de la naturaleza y en parte de la cultura. Constituye el movimiento fundamental gracias al cual, por el cual, pero sobre todo en el cual, se cumple el pasaje de la naturaleza a la cultura.  Contiene la universalidad de la naturaleza y la regla de la cultura. Muestra la relación entre lo social y lo natural del hombre y no corresponde ni a una cosa ni a la otra sino que constituye un vínculo entre ambas.

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